¿Cómo se diagnostica la alopecia?

Un dermatólogo puede diagnosticar la alopecia de varias maneras, incluyendo:

  1. Análisis clínico: un examen físico detallado del cuero cabelludo y el patrón de pérdida de cabello.
  2. Historial médico: preguntas sobre la salud general, la historia familiar y los medicamentos actuales.
  3. Pruebas de laboratorio: análisis de sangre o de folículos capilares para descartar otras causas subyacentes de la pérdida de cabello.
  4. Biopsia de cuero cabelludo: en algunos casos, el dermatólogo puede tomar una muestra de tejido del cuero cabelludo para su examen microscópico.

En conjunto, estas pruebas ayudan al dermatólogo a determinar la causa subyacente de la pérdida de cabello y a establecer un diagnóstico preciso de alopecia.


Tipos de alopecia

Alopecias no cicatriciales

  • Alopecia androgénica: Existen dos patrones de afectación, el masculino con pérdida de pelo localizada principalmente en las zonas frontal y parietal que se manifiesta inicialmente por el retraso progresivo de la línea de implantación anterior del pelo, lo que se conoce habitualmente como entradas, con afectación más tardía de la región del vértex o coronilla.
    En el patrón femenino, la pérdida de cabello es difusa, no se producen zonas de calvicie total y queda respetada la línea de implantación anterior, es decir no existen entradas.
  • Alopecia areata: Es un tipo de caída del cabello que ocasiona parches redondos. Los folículos pilosos no quedan destruidos con esta enfermedad, por lo que el pelo puede volver a crecer, si bien es cierto que son muy frecuentes las recidivas o recaídas en pacientes que la han sufrido alguna vez. 
  • Alopecia traumática: Son todas aquellas producidas por traumatismos físicos como tracción, presión o tricotilomanía.
  • Alopecia difusa: La alopecia difusa consiste en una pérdida de cabello más o menos intensa, aguda o crónica, pero reversible y no localizada en una determinada porción del cuero cabelludo. La pérdida de cabello tiene lugar entre 2 y 4 meses después del factor desencadenante. Se produce por ejemplo tras el parto, enfermedades graves, procesos febriles, estrés o pérdidas importantes de peso.

Alopecias cicatriciales: Este tipo de alopecias suele ser irreversible porque existe un daño, malformación o ruptura total de la estructura folicular. Se clasifican en infecciosas, por agentes físicoquímicos, tumorales o por dermatosis.

El tratamiento para la alopecia.

Existen dos medicamentos que han probado en estudios científicos su eficacia en la alopecia androgénica, el minoxidil que se aplica en forma de solución sobre la piel y el finasteride que actúa bloqueando la producción de andrógenos y se administra por vía oral en forma de comprimidos.

Si se comprueba que hay déficit de determinados nutrientes esenciales para la formación del cabello, se añaden suplementos a base de aminoácidos azufrados, minerales y vitaminas. 

  • En la alopecia androgénica femenina tiene buenos resultados el acetato de ciproterona.
  • En la alopecia areata son eficaces los corticoides (tópicos o infiltrados) y la inmunoterapia mediante la aplicación de sustancias sensibilizantes como la

Para encontrar tu tratamiento ideal, lo recomendable es consultar a tu dermatólogo de confianza y visitar nuestra categoría de cuidado capilar.

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